La repetición de las palabras "pasar el tiempo" a lo largo del poema enfatiza la naturaleza implacable e ineludible del paso del tiempo. Esta repetición también crea una sensación de urgencia y ansiedad, ya que el hablante parece estar tratando de aferrarse a algo que se le está escapando.
Aliteración
El uso de aliteración en líneas como "El tictac del reloj, el tiempo que pasa" y "Las estaciones van y vienen" añade al sentido de ritmo y musicalidad del poema. Esta aliteración también ayuda a crear una sensación de unidad y coherencia, ya que los sonidos de las palabras repetidas resuenan a lo largo del poema.
Metáfora
El poema compara el paso del tiempo con un río que fluye ("El tiempo es un río que fluye una y otra vez") y con un ladrón que nos roba los días ("El tiempo es un ladrón que nos roba los días"). Estas metáforas ayudan a crear una imagen vívida y concreta del paso del tiempo y también sugieren que el tiempo está más allá de nuestro control y nunca puede detenerse ni revertirse.
Personificación
El poema personifica el tiempo como un personaje que "se ríe de nosotros" y "no se hace prisionero". Esta personificación le da al tiempo una sensación de agencia y poder, y también sugiere que el tiempo es indiferente a nuestros sufrimientos y luchas.
Simbolismo
El poema utiliza una serie de símbolos para representar el paso del tiempo, como el tictac del reloj, el cambio de estaciones y el río. Estos símbolos ayudan a crear una comprensión rica y multifacética del tiempo y también sugieren que el tiempo es un fenómeno complejo y multifacético.