Limpieza y Pureza: El agua a menudo se asocia con la purificación y el lavado de los pecados. Sin embargo, en "Macbeth", se destaca irónicamente la incapacidad de los personajes para limpiarse de la culpa de sus crímenes.
Sangre y culpa: El agua se contrasta con la sangre, que simboliza las secuelas de la violencia y el asesinato. Los personajes se sienten contaminados y agobiados por la sangre que han derramado, y el agua no logra lavar su culpa.
Deterioro moral: A medida que avanza el descenso de Macbeth a la oscuridad, las imágenes del agua se asocian cada vez más con la decadencia moral, la locura y la locura.
Intentos fallidos de purificación: La famosa frase de Macbeth, "¿Todo el gran océano de Neptuno lavará esta sangre / Limpiará de mi mano?", refleja su intento desesperado de limpiarse a sí mismo, sabiendo que es imposible.
La Naturaleza y lo Sobrenatural: El agua también está relacionada con los elementos sobrenaturales de la obra, particularmente en forma de las brujas y sus profecías. Sus apariciones y encantamientos a menudo involucran agua, enfatizando su control sobre las fuerzas místicas.
Nacimiento, Renacimiento y Resurrección: El agua puede simbolizar el nacimiento y el renacimiento, como se ve en la escena del sonambulismo de Lady Macbeth, donde intenta lavarse las "manchas" de sus manos, lo que sugiere un deseo de renovación espiritual.
Espejo del Alma: El agua sirve como espejo que refleja la agitación interior y los estados emocionales de los personajes. Por ejemplo, durante la escena del banquete, Macbeth ve el fantasma de Banquo y experimenta una intensa culpa, lo que le hace alucinar e imaginarse ahogándose en sangre.
En general, el agua en "Macbeth" simboliza la purificación, la culpa, la decadencia moral y la compleja interacción entre los reinos natural y sobrenatural. Destaca las luchas de los personajes con la conciencia, el remordimiento y las consecuencias de sus acciones.