Las especies de Salvinia se caracterizan por sus hojas pequeñas y delicadas, que están dispuestas en un patrón de dos filas en los tallos. Las hojas suelen estar cubiertas de pequeños pelos o escamas y pueden ser de color verde, amarillo o rojo. Las raíces son largas y delgadas y cuelgan en el agua desde la parte inferior de las hojas.
Las plantas de Salvinia se reproducen tanto por esporas como por fragmentación. Las esporas se producen en pequeñas estructuras esféricas llamadas esporangios, que se encuentran en el envés de las hojas. Los esporangios se liberan en el agua y las esporas germinan y crecen hasta convertirse en nuevas plantas. La fragmentación ocurre cuando los tallos de las plantas se rompen y forman nuevas plantas.
Las especies de Salvinia pueden crecer rápidamente y formar densas esteras en la superficie del agua. Esto puede bloquear la luz solar y evitar que entre oxígeno al agua, lo que puede dañar otras plantas y animales acuáticos. Salvinia también puede ser una molestia para los navegantes y nadadores.
Algunas especies de Salvinia se consideran especies invasoras en algunas partes del mundo. Las especies invasoras son especies no nativas que han sido introducidas en un área y se han convertido en una amenaza para las especies y ecosistemas nativos. Salvinia molesta, por ejemplo, es originaria de América del Sur y ha sido introducida en muchas otras partes del mundo, donde se ha convertido en un problema importante.
Las especies de Salvinia también se utilizan como plantas ornamentales en jardines acuáticos y acuarios. Son relativamente fáciles de cultivar y pueden agregar belleza e interés a cualquier fuente de agua. Sin embargo, es importante ser consciente del potencial de invasión antes de plantar Salvinia en su jardín acuático o acuario.