Abdiel es el único serafín que permanece leal a Dios en El Paraíso Perdido. Es un símbolo de fidelidad y obediencia, y sirve como contraste para Satanás, quien es el epítome de la rebelión y el orgullo. La lealtad de Abdiel se pone a prueba cuando Satanás intenta persuadirlo para que se una a su rebelión contra Dios. Abdiel se niega y argumenta que es mejor obedecer a Dios que seguir a Satanás. También advierte a Satanás que será castigado por su rebelión.
La lealtad de Abdiel se ve recompensada cuando Dios lo envía a la Tierra para proteger a Adán y Eva de Satanás. Abdiel derrota con éxito a Satanás y ayuda a Adán y Eva a escapar del Paraíso. La lealtad de Abdiel es un recordatorio de que incluso ante una gran tentación, es posible permanecer fiel a Dios.