Aquí hay algunas consideraciones importantes:
Acto voluntario:
Firmar una multa de tránsito generalmente se considera un acto voluntario, incluso si te sientes presionado o amenazado. Al firmar el boleto, usted reconoce el recibo de la citación y su intención de responder a ella.
Coacción o coerción:
Para que la coacción sea una defensa válida, debe demostrar que fue obligado u obligado a firmar el boleto en contra de su voluntad debido a amenazas de daño inminentes y creíbles. El simple hecho de sentirse presionado o intimidado puede no ser suficiente para establecer la coacción. La carga de probar la coacción normalmente recae en el acusado.
Asesoramiento Legal:
Si cree que firmó la multa bajo coacción, puede ser recomendable consultar con un abogado para explorar sus opciones y posibles defensas. Un abogado puede evaluar los hechos de su caso y brindarle la orientación legal adecuada.
Aparición ante el tribunal:
Generalmente se recomienda comparecer ante el tribunal en la fecha especificada en su multa de tránsito, independientemente de si la firmó bajo coacción. La falta de comparecencia puede tener consecuencias adicionales, como una licencia suspendida o una orden de arresto.
En algunos casos, si tiene pruebas convincentes de coacción y desea impugnar la multa, es posible que desee presentar una moción ante el tribunal explicando las circunstancias bajo las cuales firmó la multa. Luego, el tribunal revisará su moción y determinará si su defensa tiene mérito. El proceso específico para presentar dicha moción puede variar según la jurisdicción.
Es importante tener en cuenta que las leyes y procedimientos de tránsito pueden variar según las jurisdicciones, por lo que siempre es mejor consultar con un profesional legal en su área que esté familiarizado con las leyes y regulaciones locales para obtener asesoramiento y orientación específicos adaptados a su situación.