Las cláusulas adicionales pueden ser una fuente de controversia, ya que pueden conducir a la aprobación de leyes que de otro modo no se habrían aprobado. Los críticos argumentan que las cláusulas adicionales son antidemocráticas, ya que pueden utilizarse para eludir el proceso legislativo normal. Los partidarios argumentan que los pasajeros son una herramienta necesaria para que los legisladores se comprometan y aprueben leyes que de otro modo serían imposibles.
A continuación se muestran algunos ejemplos de cláusulas adicionales en los billetes:
* En 2012, el Congreso de Estados Unidos aprobó un proyecto de ley que incluía una cláusula que impedía a la Agencia de Protección Ambiental (EPA) regular las emisiones de gases de efecto invernadero de las nuevas centrales eléctricas.
* En 2015, el Parlamento del Reino Unido aprobó un proyecto de ley que incluía una cláusula que legalizaba el matrimonio entre personas del mismo sexo.
* En 2017, el Parlamento australiano aprobó un proyecto de ley que incluía una cláusula que imponía un impuesto a los trabajadores extranjeros.
Los pasajeros pueden tener un impacto significativo en las políticas y leyes de un país. Son una poderosa herramienta que los legisladores pueden utilizar para lograr sus objetivos, pero también pueden ser una fuente de controversia.