Mónica, Phoebe y Rachel deciden tener una noche de póker de niñas. Mónica, una autoproclamada experta en póker, les enseña las reglas y juegan por dinero, con Rachel perdiendo rápidamente toda su participación.
El episodio es divertido ya que involucra el espíritu competitivo de Mónica, el enfoque místico de Phoebe hacia el juego y la terrible suerte de Rachel.