Los insultos generalmente se hacen en línea, donde las personas pueden usar el anonimato para decir cosas que no dirían en persona. Las críticas pueden tomar la forma de insultos, ataques personales o declaraciones incendiarias que tienen como objetivo provocar una reacción negativa.
Los abucheos, por otro lado, generalmente se hacen en persona e implican interrumpir o distraer a alguien que está hablando o actuando. Los que interrumpen a menudo usan el humor o el sarcasmo para expresar su punto de vista, y también pueden intentar que la persona a la que interrumpen pierda la compostura.
Tanto los insultos como los abucheos pueden ser perturbadores y dañinos, pero también pueden tener un propósito. En ocasiones, los insultos pueden llamar la atención sobre cuestiones importantes y, en ocasiones, los abucheos pueden utilizarse para responsabilizar a figuras públicas. Sin embargo, ambos deben usarse con moderación, ya que rápidamente pueden volverse contraproducentes.