Hagrid intentó calmar a Grawp, pero fue una tarea desafiante. La inmensa fuerza del gigante y su naturaleza impulsiva hicieron que a Hagrid le resultara difícil controlarlo. Durante su encuentro, Grawp accidentalmente pisó la pierna de Hermione, causándole un gran dolor y requiriendo atención médica inmediata.
A pesar de la peligrosa y dolorosa situación, Harry logró establecer una conexión con Grawp. Al mostrar amabilidad y comprensión, Harry se ganó la confianza de Grawp y logró calmarlo. Sin embargo, quedó claro que Hagrid necesitaría ayuda y orientación significativas para cuidar y controlar al gigante salvaje en el futuro.