Poco después de mudarse, la familia comienza a experimentar ruidos extraños y disturbios en la casa. También notan que Ali actúa de manera extraña y parece estar hablando con alguien o algo que no pueden ver.
Mientras la familia investiga, descubren que el espíritu de Micah todavía está presente en la casa y que no está contento con la nueva familia que vive allí. Micah comienza a perseguir a la familia y hace de sus vidas un infierno.
La familia intenta conseguir ayuda de la policía y de un psíquico, pero nada parece funcionar. Desesperados, deciden mudarse de casa. Sin embargo, el espíritu de Micah los sigue y continúa persiguiéndolos.
La película termina con la familia alejándose de su casa, con el espíritu de Micah todavía persiguiéndolos.