La canción está basada en las propias experiencias del cantante Ezra Koenig con su padre. En una entrevista, Koenig dijo que escribió la canción como una forma de procesar sus sentimientos sobre la ausencia de su padre y el impacto que tuvo en él cuando era niño.
La letra de la canción utiliza imágenes vívidas y metáforas para explorar las complejas emociones del narrador. Por ejemplo, compara a su padre con un "fantasma" y una "sombra", sugiriendo que es una figura distante y esquiva. También usa la imagen de un "hijo de pistola" para expresar su enojo y frustración, y la línea "Estoy esperando que llegue mi momento" para expresar su anhelo de tener la oportunidad de conectarse con su padre.
La canción termina con una nota de esperanza, y el narrador expresa su creencia de que eventualmente encontrará la conexión que busca. Canta:"No soy hijo de una pistola, soy hijo de un padre / Y estoy esperando que llegue mi hora".
En general, "Son" es una canción poderosa y conmovedora sobre la búsqueda de la paternidad y el deseo de conexión entre padres e hijos.