Te atraen los objetos mágicos. Es posible que sientas una fuerte atracción por ciertos objetos, como cristales, velas o libros sobre magia.
Tienes una fuerte intuición. Es posible que a menudo tengas corazonadas o sentimientos sobre cosas que resultan ser ciertas.
Eres creativo e imaginativo. Te gusta proponer nuevas ideas y explorar diferentes posibilidades.
Eres compasivo y afectuoso. Te preocupas profundamente por los demás y quieres ayudarlos en todo lo que puedas.
Estás dispuesto a aprender y crecer. Estás abierto a nuevas experiencias y siempre estás buscando formas de mejorar.
Si tienes varios de estos signos, es posible que seas un mago. Sin embargo, es importante recordar que no existe una forma definitiva de saber si alguien es un mago. En última instancia, depende de cada individuo decidir si cree o no que es mágico.