1. Elección de palabras (dicción) :
- Al principio de la historia, la narradora utiliza un lenguaje relativamente común, libre de palabras extremas o imágenes inusuales, que refleja su estado mental sereno y racional.
- A medida que avanza la historia, la dicción del narrador se vuelve cada vez más figurativa y simbólica. Empieza a utilizar palabras que evocan una sensación de malestar, confinamiento y perturbación mental, como "arrastrarse", "estrangular", "repugnante" y "opresivo".
- La repetición frecuente de ciertas palabras y frases, como "el papel tapiz amarillo" y "sensación espeluznante y hormigueante", crea una sensación de fijación y obsesión, subrayando la creciente preocupación del narrador por el papel tapiz y su declinante estabilidad mental.
2. Lenguaje figurado :
- Gilman emplea metáforas y símiles para personificar el papel tapiz, dándole vida propia y sugiriendo su influencia malévola en la mente del narrador. Por ejemplo, ella describe el patrón del papel tapiz como "una mujer agachándose y arrastrándose detrás de ese patrón".
- El papel tapiz se convierte en un símbolo de las fuerzas opresivas que enloquecen a la narradora, representando su encierro y las expectativas sociales puestas sobre las mujeres.
3. Corriente de Conciencia :
- A medida que el estado mental de la narradora se deteriora, sus pensamientos se fragmentan y desarticulan, y sus patrones de habla imitan este colapso. La narrativa se vuelve más fluida, con cambios abruptos en el pensamiento, oraciones incompletas y observaciones inconexas, lo que refleja la pérdida del pensamiento lógico del narrador.
4. Cambio de tono :
- Al principio, el tono es relativamente tranquilo y objetivo, mientras la narradora describe su entorno y expresa sus pensamientos sobre los roles de las mujeres y el encierro.
- Sin embargo, a medida que la historia se desarrolla, el tono cambia a uno de creciente ansiedad, tensión e histeria creciente. El uso de signos de exclamación y frases interrogativas transmite la agitación y la desesperación del narrador.
- El cambio gradual de un tono racional a uno de intensidad emocional y desesperación refleja el descenso del narrador a la locura.
5. Pérdida de coherencia :
- En su locura, la percepción de la realidad por parte de la narradora se distorsiona, evidente en su incapacidad para distinguir entre el papel tapiz y las personas que la rodean.
- La coherencia y la lógica de su narrativa disminuyen, reemplazadas por pensamientos fragmentados, divagaciones sin sentido y una pérdida total de control de la realidad.
En general, Gilman modula hábilmente la dicción y el tono de la narrativa en “The Yellow Wallpaper” para retratar efectivamente la transición del protagonista de la aparente cordura a la locura. Los cambios en el lenguaje reflejan el deterioro de su estado mental, la creciente angustia psicológica y su eventual desconexión de la realidad.