Creador versus Monstruo:
La dualidad central gira en torno a Victor Frankenstein y su creación, la criatura. Víctor, impulsado por sus ambiciones científicas, se esfuerza por crear vida pero, sin saberlo, produce un ser monstruoso. Esta dicotomía capta la tensión entre la arrogancia humana y las fuerzas incontrolables desatadas por el progreso científico.
El bien contra el mal:
La criatura de Frankenstein representa la dualidad del bien y el mal que residen dentro de cada individuo. A pesar de tener una apariencia monstruosa, la criatura posee una naturaleza amable y anhela compañía. Sin embargo, el rechazo que enfrenta por parte de la sociedad lo convierte en un ente vengativo y destructivo. Este cambio resume el poder de las circunstancias externas para moldear y corromper las buenas intenciones inherentes.
Humano versus Naturaleza:
La novela explora el conflicto entre el deseo de la humanidad de controlar la naturaleza y las fuerzas inherentes que se resisten a ese control. Víctor intenta crear vida artificialmente, sin tener en cuenta el orden natural. Esta transgresión eventualmente conduce a consecuencias trágicas, lo que subraya la importancia de respetar y comprender los límites de la naturaleza.
La dualidad se refleja aún más en los escenarios y las imágenes utilizadas en la novela. El contraste entre los hermosos Alpes suizos y el duro paisaje ártico es paralelo a las naturalezas contrastantes de Víctor y la criatura. La constante persecución y enfrentamiento entre los dos personajes simboliza el conflicto interno dentro de cada individuo, donde un aspecto desafía constantemente al otro.
En conclusión, Frankenstein de Mary Shelley retrata magistralmente las complejidades de la vida a través del tema de la dualidad. Al entrelazar elementos en conflicto, la novela profundiza en las tensiones entre creación y destrucción, el bien y el mal, y el deseo humano versus las fuerzas de la naturaleza. Estas dualidades sirven como un comentario profundo sobre la condición humana, dejando a los lectores reflexionar sobre el intrincado equilibrio que da forma a sus propias vidas.