¿Por ese pecado cayeron los ángeles?
El pecado que provocó la caída de los ángeles fue el orgullo. Creían que eran mejores que Dios y que debían ser ellos los que estuvieran a cargo.
Como resultado de su orgullo, los ángeles cayeron del cielo y fueron arrojados al infierno. Allí permanecerán por la eternidad, pagando el precio de su rebelión contra Dios.