Estrofas 1-6:
El poema comienza con una descripción de una ciudad bulliciosa, donde la gente persigue incansablemente diversos objetivos y ambiciones, pero que a menudo terminan en decepción. Johnson introduce la idea de que los deseos humanos a menudo están equivocados y provocan insatisfacción y sufrimiento.
Estrofas 7-10:
Johnson ilustra este punto presentando varios ejemplos de personas, cada una con ambiciones distintas. Entre ellos se incluyen un conquistador (Carlos XII de Suecia), un estadista (el cardenal Wolsey), un filósofo (Cicerón), un poeta (Dryden) y una reina de belleza (Helena de Troya). A pesar de sus logros o atributos externos, estos individuos en última instancia enfrentan el fracaso o la decepción.
Estrofa 11-28:
El poeta profundiza en los motivos de los fracasos humanos. Afirma que los humanos son criaturas imperfectas, propensas al orgullo y la vanidad. Johnson identifica varios vicios como la envidia, los celos y el deseo de riqueza y poder como fuentes de infelicidad.
Estrofas 29-44:
Johnson sugiere que una vida sencilla y virtuosa es la clave de la satisfacción. Critica la búsqueda de placer, riqueza y fama excesivos, argumentando que, en última instancia, conducen a la desilusión y la miseria.
Estrofas 45-60:
En la parte final del poema, Johnson ofrece una perspectiva estoica. Alienta a las personas a aceptar las limitaciones de la existencia humana y encontrar consuelo en la búsqueda de la virtud y una vida humilde. Recuerda a los lectores que la única satisfacción verdadera radica en vivir una existencia moral y honorable.
En general, "La vanidad de los deseos humanos" ofrece una meditación filosófica sobre la inutilidad de los deseos y aspiraciones humanos. Johnson enfatiza la importancia de la humildad, la virtud y la autoconciencia como cualidades esenciales para lograr felicidad y satisfacción genuinas en la vida.