¿Cuáles son los principios en los que cree y que guían sus decisiones? ¿Qué es importante para ti? ¿Qué te importa? Una vez que comprenda bien sus valores fundamentales, podrá comenzar a evaluar el pensamiento político desde una perspectiva basada en valores.
2. Sea consciente de la diferencia entre hechos y opiniones.
Cuando se consume pensamiento político, es importante poder distinguir entre hechos y opiniones. Los hechos son afirmaciones que se pueden demostrar como verdaderas o falsas, mientras que las opiniones son afirmaciones que expresan las creencias o sentimientos de una persona. Tenga cuidado al tomar opiniones como hechos y trate siempre de verificar la información antes de creerla.
3. Considere la fuente del pensamiento político.
¿Quién es la persona u organización que está expresando el pensamiento político? ¿Cuáles son sus motivaciones? ¿Cuál es su agenda? Es importante ser consciente de la fuente del pensamiento político para poder comprender mejor la perspectiva desde la que proviene.
4. Evaluar los argumentos a favor y en contra del pensamiento político.
Una vez que haya identificado la fuente del pensamiento político y haya considerado la diferencia entre hechos y opiniones, puede comenzar a evaluar los argumentos a favor y en contra. ¿Qué evidencia hay para apoyar el pensamiento? ¿Son los argumentos lógicos y consistentes? ¿Hay posibles errores en el razonamiento?
5. Toma tu propia decisión sobre el pensamiento político.
Una vez que haya considerado cuidadosamente toda la información, podrá tomar su propia decisión sobre el pensamiento político. ¿Estás de acuerdo con ello? ¿No estás de acuerdo con eso? ¿Crees que es importante o relevante para tu propia vida? En última instancia, la decisión sobre cómo segmentar el pensamiento político de su sistema de valores permanente depende de usted.