* Complejidad: Los personajes complejos y multifacéticos suelen ser más interesantes y convincentes que los personajes simples o unidimensionales. Cuando una audiencia puede ver diferentes aspectos de la personalidad y las motivaciones de un personaje, es más probable que se involucren en la historia del personaje.
* Ambigüedad: Los personajes moralmente ambiguos o que tienen un lado oscuro pueden ser a la vez fascinantes y repulsivos. Esta ambigüedad puede crear una sensación de tensión e incertidumbre en la audiencia, ya que no están seguros de si apoyar al personaje o temerle.
* Poder: Los personajes que tienen mucho poder o influencia pueden ser admirables y aterradores. Esto se debe a que el poder puede usarse para bien o para mal, y la audiencia puede sentirse atraída por el potencial de un personaje poderoso y al mismo tiempo tener miedo de lo que podría hacer con ese poder.
* Imprevisibilidad: Los personajes impredecibles o salvajes pueden ser a la vez emocionantes e inquietantes. Esto se debe a que el público nunca sabe qué esperar de estos personajes y esta incertidumbre puede mantenerlos al borde de sus asientos.
* Relacionabilidad: Los personajes con los que se puede identificarse o que tienen una historia de fondo identificable pueden ser a la vez conmovedores y desgarradores. Esto se debe a que el público puede conectarse con estos personajes a nivel personal y puede sentir empatía o compasión por ellos.
En definitiva, la razón por la que un personaje inspira fascinación y repulsión es subjetiva y variará de persona a persona. Sin embargo, las razones enumeradas anteriormente son algunos de los factores más comunes que pueden contribuir a esta reacción.