Los ataques de vergüenza suelen ser utilizados por personas que tienen una posición de poder sobre la víctima, como padres, profesores o jefes. Pueden utilizar la vergüenza como una forma de controlar o manipular a la víctima, o para sentirse superiores. Los ataques de vergüenza también pueden utilizarse como forma de castigo, para hacer que la víctima se sienta culpable por sus acciones.
Hay varias cosas que puedes hacer si estás siendo sometido a un ataque de vergüenza. Primero, es importante recordar que no estás solo y que hay personas que pueden ayudarte. Puede hablar con un amigo o familiar de confianza, o puede comunicarse con un terapeuta o consejero. También es importante establecer límites con la persona que te ataca. Hágales saber que su comportamiento no es aceptable y que usted no lo tolerará. Por último, es importante practicar el autocuidado y cuidarse física y emocionalmente. Esto puede incluir comer sano, dormir lo suficiente y hacer ejercicio con regularidad.
Los ataques de vergüenza pueden ser una experiencia devastadora, pero hay esperanza. Con el apoyo adecuado, podrás superar los efectos de la vergüenza y pasar a una vida más saludable.