El Abismo está dividido en múltiples capas, cada una con sus propias características y peligros únicos. La primera capa, conocida como la Ciudadela Abisal, es un reino de imponentes fortalezas y guerras sin fin, gobernado por los señores demonios Baphomet y Zuggtmoy. La segunda capa, el Laberinto Infinito, es un laberinto de pasillos sinuosos y paredes cambiantes, donde los viajeros pueden perderse y quedar atrapados fácilmente. La tercera capa, el Desierto Abisal, es una vasta extensión de arena y piedra, donde el sol nunca brilla y el aire se llena con los aullidos de los demonios.
A medida que las capas descienden, el Abismo se vuelve cada vez más caótico y peligroso. La cuarta capa, Demonweb Pits, es un reino de arañas gigantes, telarañas traicioneras y gases venenosos. La quinta capa, conocida como Screaming Jungle, es una densa selva tropical llena de depredadores agresivos y trampas mortales. La sexta capa, Blood Rift, es un paisaje de volcanes, flujos de lava y ríos de sangre.
La séptima y última capa del Abismo se conoce como Fauces Abisales. Esta es la parte más profunda y peligrosa del avión, donde el tejido de la realidad es débil y las fuerzas de la locura y el caos reinan supremas. Abyssal Maw está gobernado por el señor demonio Demogorgon, el Príncipe de los Demonios, cuya locura y crueldad son incomparables.
El Abismo es un lugar temido por todos los que lo conocen, pero también ejerce cierta fascinación para aquellos lo suficientemente valientes como para aventurarse allí. Algunos buscan poder, otros buscan conocimiento y otros simplemente buscan una prueba de su propia fuerza y cordura. Pero cualquiera que sea el motivo, aquellos que entran al Abismo deben estar preparados para cualquier cosa y nunca deben esperar regresar sin cambios.