En la novela de Charles Dicken "Oliver Twist", Jack Dawkins, también conocido como "El tramposo ingenioso", no se enfurece cuando lo llaman ladrón. Aunque ciertamente no está orgulloso del hecho de robar carteras para sobrevivir en las calles. Jack se enorgullece en sus habilidades como carterista en lugar de verse a sí mismo como deshonesto o malo, lo que habla de la relatividad moral de sus circunstancias.