Brujas:
1. Volar en escobas: A menudo se representaba a las brujas volando por el aire en escobas, simbolizando su conexión con el mundo de los espíritus y su capacidad de trascender las fronteras ordinarias.
2. Reuniones del aquelarre: Se creía que las brujas se reunían en reuniones secretas de aquelarre, donde participaban en rituales, lanzaban hechizos y adoraban al diablo.
3. Poderes malignos y dañinos: Las brujas eran muy temidas por sus supuestas habilidades malévolas, como maldecir a las personas, causar travesuras e infligir daño a otros.
4. Cambio de forma: Algunas supersticiones sugerían que las brujas podían transformarse en animales, particularmente en gatos negros, para ocultar sus verdaderas identidades.
5. Encantos de protección: Para ahuyentar a las brujas y protegerse contra sus poderes malignos, la gente usaba diversos amuletos y amuletos, como herraduras, cruces y ajos.
Hadas:
1. Seres traviesos: Las hadas a menudo eran retratadas como criaturas traviesas y juguetonas que disfrutaban de bromas y trucos a los humanos.
2. Vivir en la Naturaleza: Comúnmente se creía que las hadas habitaban bosques, praderas y otros entornos naturales, y su presencia se asociaba con reinos encantados y tesoros escondidos.
3. El Reino de las Hadas: Algunas culturas tenían la creencia de que las hadas residían en un reino separado conocido como Reino de las Hadas, al que los humanos sólo podían acceder a través de ciertos rituales o mediante encuentros casuales.
4. Hadas buenas y malas: Mientras que algunas hadas eran vistas como benévolas y serviciales, otras eran temidas como malévolas y capaces de causar desgracias y daños.
5. Bendiciones y maldiciones de hadas: La gente creía que las hadas podían otorgar bendiciones o maldiciones a los humanos, dependiendo de cómo los trataran. Se consideraba imprudente ofender a las hadas, ya que podrían tomar represalias con actos traviesos o incluso consecuencias fatales.
Estas supersticiones y creencias sobre brujas y hadas se originaron en el folclore, las tradiciones orales y las prácticas culturales a lo largo de siglos. Si bien algunas personas continúan aferrándose a estas creencias hoy en día, muchas interpretaciones modernas abordan estas figuras como entidades míticas o ficticias en lugar de seres reales.