Tempo: Jumpstyle suele tener un tempo más rápido que el hardstyle, con BPM que van de 140 a 160. Hardstyle, por otro lado, suele tener un rango de BPM de 150 a 170.
Ritmo: Jumpstyle se caracteriza por un ritmo distintivo de saltos o saltos, en el que los bailarines alternan entre pisar un pie y luego el otro en un movimiento continuo y rápido. El hardstyle, por otro lado, tiene un ritmo más intenso y palpitante que a menudo está marcado por fuertes patadas y trampas.
Melodía: Jumpstyle a menudo incorpora melodías simples y repetitivas que a menudo se basan en una única progresión de acordes. El hardstyle, por otro lado, suele presentar melodías y estructuras de acordes más complejas, así como una variedad más amplia de sonidos y muestras.
Voz: Jumpstyle normalmente no incluye voces, mientras que hardstyle sí suele incluirlas. Las voces de estilo duro generalmente se expresan en un estilo agresivo o gritado y, a menudo, consisten en letras sobre el amor, el desamor y otras experiencias personales.
Ambiente: Jumpstyle es conocido por su atmósfera animada y enérgica, con bailarines que a menudo se mueven en grupos grandes y crean una sensación de energía comunitaria. El hardstyle, por otro lado, suele verse como un género más agresivo e intenso, en el que los bailarines suelen expresarse mediante movimientos poderosos y acrobáticos.
En general, si bien el jumpstyle y el hardstyle son géneros populares de EDM, ofrecen experiencias diferentes para los oyentes y bailarines. Jumpstyle es conocido por su tempo rápido, ritmo saltador y atmósfera enérgica, mientras que hardstyle se caracteriza por su ritmo impulsor, melodías complejas y atmósfera intensa.