Los transformadores reductores funcionan mediante el uso de una bobina de cable para crear un campo magnético. Este campo magnético induce un voltaje en una segunda bobina de cable, que está conectada a la salida del transformador. El voltaje inducido en la segunda bobina es proporcional al número de vueltas en cada bobina, por lo que al usar una bobina con menos vueltas en el lado de salida, se puede reducir el voltaje.
Los transformadores reductores están disponibles en una variedad de tamaños y potencias nominales, y pueden usarse tanto en aplicaciones comerciales como industriales. Son un componente esencial de muchos sistemas eléctricos y desempeñan un papel importante en la distribución eficiente de la electricidad.