El error común cuando se lucha contra la Quimera es creer que una u otra de sus cabezas es la más poderosa:que el león es invencible en combate cuerpo a cuerpo, la cabra imbatible de cerca y que es mejor dejar a la serpiente en paz a distancia.
Este no es el caso en absoluto. Si bien las tres cabezas tienen diferencias en ataques y resistencias, sus niveles de poder son iguales en todos los ámbitos sin que se pueda establecer una distinción real.