- Aceleración repentina en sentido contrario: Si estás corriendo hacia adelante, por ejemplo, y de repente te detienes o disminuyes la velocidad, tu cuerpo puede continuar avanzando debido a la inercia. Esto puede provocar una sacudida o un tirón hacia atrás.
- Fuerza externa: Si alguien o algo te empuja hacia atrás de repente, puedes experimentar un tirón hacia atrás. Por ejemplo, si tropieza con una acera y cae hacia atrás, su cuerpo se detendrá rápidamente y es posible que sienta una sacudida o una sacudida.
- Condiciones médicas: Algunas afecciones médicas, como el vértigo cervical, también pueden provocar movimientos bruscos y bruscos de la cabeza y el cuello, que pueden sentirse como una sacudida hacia atrás.