El contexto de Lady Macbeth enfatiza la importancia de superar el miedo, las dudas y las vacilaciones morales para lograr su ambicioso objetivo de convertirse en rey y reina de Escocia. Sostiene que la mera contemplación o planificación del hecho, sin llegar a ejecutarlo, es lo que provoca confusión y miedo. Es el acto de cometer el acto en sí lo que les permite superar las barreras mentales y emocionales que los frenan.
Al instar a su marido, Macbeth, a tomar medidas audaces y decisivas y no dejarse estancar por dudas y miedos, Lady Macbeth refleja la naturaleza despiadada y calculadora de su ambición compartida. Ella sugiere que el acto en sí, una vez cometido, traerá claridad y resolución, liberándolos de la confusión y la ansiedad del intento.