Mientras el alter ego de Hulk, Bruce Banner, lucha por controlar sus emociones, también lo hace Hulk:cuando Banner está enojado o estresado, Hulk se vuelve menos controlado y más destructivo. A medida que Banner llega a un acuerdo con Hulk y aprende a manejar mejor sus emociones, Hulk también se vuelve más controlable y capaz de ser un agente para siempre.
A medida que avanzaban los cómics, han aparecido varias versiones diferentes de Hulk, cada una con diferentes niveles de control sobre sus poderes.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que los poderes de Hulk nunca están realmente bajo el control de Banner. Incluso cuando Banner tiene el control total de sí mismo, Hulk puede seguir siendo impredecible y peligroso.