Manipulación y Miedo: Danforth juega con el miedo y la superstición de Tituba al sugerir que ella está en peligro y necesita confesar para salvarse. Implica que si no confiesa, podría afrontar graves consecuencias, incluido daño a ella misma o a sus seres queridos.
Aislamiento: Danforth aísla a Tituba de los demás acusados y la interroga a solas. Esta técnica la hace sentir vulnerable y más susceptible a la presión.
Preguntas principales: Danforth hace preguntas importantes que sugieren sutilmente las respuestas que quiere que dé Tituba. Al hacer esto, influye en su forma de pensar y hace que sea más probable que ella proporcione las confesiones deseadas.
Amenazas: Danforth amenaza a Tituba con violencia física y prisión si no confiesa. Él intenta intimidarla para que se someta haciéndole creer que no tiene más remedio que obedecer.
Falsas promesas: Danforth ofrece falsas promesas de indulgencia o recompensa si Tituba confiesa. Sugiere que si ella coopera, podría recibir un castigo más leve o incluso ser puesta en libertad.
Explotando su vulnerabilidad: Danforth se aprovecha del estatus social de Tituba como mujer marginada y esclava para ejercer poder y control sobre ella. Él sabe que ella es vulnerable y que es más probable que sucumba a la presión y la manipulación.
Estos métodos, empleados por el juez Danforth, contribuyen a la eventual confesión de Tituba y juegan un papel importante en el desarrollo de los acontecimientos de la obra.