* Deformación: La forma esférica del globo sufriría una importante deformación y estiramiento hasta convertirse en una superficie plana. Este proceso implicaría tirar y rasgar el material del globo, lo que provocaría roturas, grietas y distorsiones.
* Pérdida de Proporciones: Diferentes regiones del globo se expandirían o contraerían desproporcionadamente para adaptarse a la superficie plana. El proceso de aplanamiento distorsionaría los tamaños y formas relativos de países, continentes y océanos. Como resultado, la escala del mapa variaría entre diferentes ubicaciones, comprometiendo la precisión geográfica.
* Distorsión de Distancias: Medir distancias en un globo aplanado resultaría inexacto. Es posible que las líneas rectas dibujadas en el mapa plano no representen los caminos más cortos o las rutas de gran círculo entre ubicaciones en la Tierra esférica. Las distancias y proporciones entre diferentes partes del mundo se distorsionarían, lo que puede inducir a error a los usuarios sobre las relaciones geográficas y de navegación.
* regiones polares y ecuatoriales: Aplanar el globo distorsionaría la representación de las regiones polares, particularmente los polos norte y sur. Sería un desafío mostrar ambos polos simultáneamente sin distorsionar aún más sus ubicaciones relativas y distancias a otras regiones. Además, la representación del ecuador u otras latitudes puede estirarse o contraerse, alterando sus proporciones en relación con el resto del mapa.
* Proyecciones de mapas: Los cartógrafos suelen utilizar técnicas matemáticas llamadas proyecciones cartográficas para convertir la Tierra tridimensional en una superficie bidimensional. Diferentes proyecciones son adecuadas para diversos propósitos, pero todas implican distorsiones según el método de proyección elegido. El uso de una proyección particular, en lugar de aplanar físicamente el globo, garantiza cierto grado de precisión y al mismo tiempo simplifica la Tierra esférica para fines prácticos.