La ironía radica en cómo las acciones de Edipo, impulsadas por su deseo de descubrir su verdadera identidad y escapar de la siniestra profecía, finalmente se convierten en el medio por el cual se cumple la maldición. La búsqueda de la verdad de Edipo lo lleva a la revelación de que el hombre que cree que es su padre no lo es verdaderamente.
Sin embargo, en el proceso de descubrir esta verdad, Edipo, sin saberlo, mata a su padre biológico, Layo, y se casa con su madre, Yocasta, cumpliendo la profecía. Esta serie de acontecimientos irónicos resalta la naturaleza ineludible del destino y el poder de la retribución divina en la tragedia griega.