Si bien su música y letras a menudo exhiben elementos de humor e ironía, es difícil etiquetarlos definitivamente como un acto puramente satírico. Algunos críticos ven a Die Antwoord como una satirización de la industria del entretenimiento, las normas sociales y los estereotipos culturales de Sudáfrica, mientras que otros creen que son una representación genuina de un movimiento contracultural.
En última instancia, si Die Antwoord se considera sátira está abierto a la interpretación y al análisis individual de sus expresiones artísticas.