que en su compasion
él puede limpiar mis crímenes,
él puede escuchar mis oraciones.
Madre me oyes,
¿Le rezas a tu hijo por mí?
Creo en el poder de nuestro Señor,
Alabo la misericordia de Cristo.
Tú, que engendraste al Salvador del mundo,
Tú, Virgen gloriosa,
Ruega a Cristo por nosotros:
Que conceda el descanso de las almas
En la paz de la felicidad eterna.
Amén.