En un mundo de confusión y lucha,
Con cargas tan pesadas que soportar,
Hay un refugio contra la interminable rutina de la vida.
En presencia de Jesús, tan raro.
(Coro)
Abanico de Jesús, Abanico de Jesús,
Soplando suavemente sobre las aguas tan tranquilas.
Abanico de Jesús, Abanico de Jesús,
Refrescando el calor del día.
(Verso 2)
Como la suave brisa susurra entre los árboles,
trayendo descanso al cansado vuelo del alma,
La presencia de Jesús trae consuelo y paz,
Un rayo de esperanza que brilla intensamente.
(Puente)
Oh, entreguémonos a su suave influencia,
Y abraza su amor que nunca envejecerá.
En Su presencia, nuestros espíritus encuentran consuelo y gracia,
Un santuario donde se desarrolla la alegría.
(Verso 3)
En tiempos de tristeza, confusión o dolor,
Que el abanico de Jesús sea nuestra luz guía,
Dispersando las nubes, trayendo de nuevo la luz del sol,
Mientras disfrutamos del tierno poder de su amor.
(Acabado)
Así que ven, alma cansada, encuentra descanso a su lado,
Deja que Jesús avive el fuego interior,
Y experimentar su amor, un río tan ancho,
En la presencia de Jesús comienza la verdadera alegría.