En el suave resplandor del crepúsculo, donde comienzan los sueños,
Un pequeño río susurra, una historia no contada.
Con una canción tan suave y un fluir tan sereno,
Serpentea a través de prados, donde se reúnen escenas de la naturaleza.
(Coro)
El pequeño vado que avanzaba a lo largo,
Una cinta de cristal, un canto tranquilo.
A través de valles y colinas, bailó con alegría,
Trayendo vida a la tierra, para que todo el mundo la vea.
(Verso 2)
Bajo un cielo iluminado por la luna, el abrazo del río,
Un lienzo para que las estrellas reflejen su gracia.
Las luciérnagas parpadean y bailan en la orilla
Como si la orquesta de la naturaleza tocara cada vez más.
(Coro)
El pequeño vado que avanzaba a lo largo,
Una cinta de cristal, un canto tranquilo.
A través de valles y colinas, bailó con alegría,
Trayendo vida a la tierra, para que todo el mundo la vea.
(Puente)
Los niños se reúnen a la orilla del río,
Sus risas se mezclan con la suave marea.
Saltando piedras, pidiendo deseos, los sueños vuelan,
En este reino mágico, donde la alegría brilla tanto.
(Coro)
El pequeño vado que avanzaba a lo largo,
Una cinta de cristal, un canto tranquilo.
A través de valles y colinas, bailó con alegría,
Trayendo vida a la tierra, para que todo el mundo la vea.
(Acabado)
Mientras sale el sol y pinta el cielo de oro,
El río susurra secretos que nunca envejecen.
Una melodía eterna, una historia no contada,
El pequeño vado que avanzaba, se desarrolla para siempre.