_Gloria a Ti, Dios mío, esta noche,
Por todas las bendiciones de la luz:
Guárdame, oh guárdame, Rey de reyes,
Debajo de Tus propias alas todopoderosas.
Perdóname, Señor, por tu amado Hijo,
El mal que hoy he hecho;
Que con el mundo, conmigo mismo y contigo,
Yo, antes de dormir, en paz puedo estar.
Enséñame a vivir, para que pueda temer
La tumba tan pequeña como mi cama;
Enséñame a morir, para que así pueda
Levántate glorioso en el día del juicio.
Oh, que mi alma en Ti descanse,
Y que dulce sueño se cierren mis párpados;
Duerme, que me hará más vigoroso.
Para servir a mi Dios cuando despierte.
Cuando en la noche me quedo sin dormir,
Suple mi alma con pensamientos celestiales;
Que ningún mal sueño perturbe mi descanso,
Ningún poder de las tinieblas me molesta.
_Coral Amén._