¿Qué niño es éste, que, sepultado,
En el regazo de María duerme,
a quien los ángeles saludan con dulces himnos,
¿Mientras los pastores vigilan?
Este, este es Cristo Rey,
A quienes los pastores guardan y los ángeles cantan:
Date prisa, date prisa, para alabarle,
El Niño, el Hijo de María.
Tráele, pues, incienso, oro y mirra,
Ven campesino, rey, a poseerlo;
El Rey de Reyes trae la salvación,
Que lo entronicen corazones amorosos.
Levanta, levanta una canción en ala alegre,
Que todos, con corazón y voz, se acerquen;
El Niño del cielo, por nosotros es dado,
Para salvarnos a todos del error.
Este, este es Cristo Rey,
A quienes los pastores guardan y los ángeles cantan:
Date prisa, date prisa, para alabarle,
El Niño, el Hijo de María.