Shakespeare utiliza estas líneas para enfatizar la diferencia entre París y Romeo, que es el verdadero amor de Julieta. París se caracteriza por el decoro convencional, la formalidad y una comprensión superficial del amor. Su discurso se describe como "inoportuno", ya que no logra leer la atmósfera emocional y la tensión en la casa de los Capuleto, que ya está de luto por la muerte del primo de Julieta, Tebaldo.
La frase "de mal agüero" sugiere que las palabras de Paris conllevan un sentimiento de presentimiento y desgracia, insinuando los trágicos acontecimientos que se desarrollarán más adelante en la obra. Al describir el discurso de París de esta manera, Shakespeare crea una ironía dramática y presagia el desastroso desenlace del desafortunado romance entre Romeo y Julieta.