1. Traumatismo de las cuerdas vocales :Gritar implica la expulsión contundente de aire a través de las cuerdas vocales, haciendo que vibren rápida y con fuerza unas contra otras. Esto puede provocar un traumatismo en las cuerdas vocales, que incluye desgarros, hinchazón y hemorragias (sangrado).
2. Fatiga de las cuerdas vocales :Los períodos prolongados de gritos pueden hacer que las cuerdas vocales se cansen y se debiliten, lo que provoca tensión vocal y dificultad para producir sonidos.
3. Tensión muscular :Gritar a menudo implica una tensión muscular excesiva en la garganta y el cuello, lo que puede tensar aún más las cuerdas vocales y provocar fatiga y malestar vocal.
4. Formación nodal :La tensión vocal crónica causada por los gritos puede provocar el desarrollo de nódulos o pólipos vocales, que son crecimientos benignos en las cuerdas vocales que pueden alterar la calidad vocal y causar ronquera.
5. Cambios de voz :Gritar puede causar cambios permanentes en la voz, como un tono vocal más bajo o una calidad vocal áspera y ronca, debido a la cicatrización o al engrosamiento de las cuerdas vocales.
6. Parálisis de las cuerdas vocales :En casos graves, los gritos excesivos pueden provocar parálisis de las cuerdas vocales, una afección en la que las cuerdas vocales pierden su capacidad de moverse y vibrar adecuadamente, lo que provoca importantes problemas de voz.
7. Laringitis :Gritar puede provocar laringitis, una inflamación de la laringe, que puede provocar ronquera, dolor de garganta y dificultad para hablar.
8. Reflujo ácido :Gritar puede aumentar la presión en el abdomen, provocando reflujo ácido, que puede irritar las cuerdas vocales y empeorar los problemas vocales.
9. Deshidratación :Gritar puede provocar deshidratación de las cuerdas vocales, reduciendo su elasticidad y haciéndolas más susceptibles a sufrir lesiones.
10. Rango vocal reducido :Gritar puede reducir el rango vocal, dificultando alcanzar notas altas o bajas.
11. Tiempo de recuperación vocal :Gritar puede aumentar significativamente el tiempo que tardan las cuerdas vocales en recuperarse, lo que afecta el rendimiento vocal y la capacidad de utilizar la voz de forma eficaz.
12. Disfonía :Gritar puede provocar disfonía, un término general para cualquier tipo de trastorno de la voz, que puede afectar la calidad vocal y la comunicación.
Es importante usar la voz de manera responsable y evitar los gritos excesivos, especialmente en un ambiente ruidoso o durante períodos prolongados. Si experimenta algún problema vocal, como ronquera, fatiga vocal o dolor durante o después de gritar, lo mejor es consultar con un especialista en voz (laringólogo o logopeda) para evaluar el estado de sus cuerdas vocales y recibir el tratamiento o tratamiento adecuado. Consejos para el cuidado vocal.