Dios todopoderoso, con las manos levanto,
Vengo a Ti con cánticos de alabanza.
Mi corazón está lleno de reverencia y amor,
Mientras levanto mi espíritu arriba.
En este momento sagrado, déjame cantar,
Una melodía de agradecimiento a Ti traigo.
Por Tu amor y gracia que nunca terminan,
Te ofrezco mis alabanzas, sentidas y sinceras.
Tu fidelidad, como el cielo infinito,
Lo abarca todo, tanto lo bajo como lo alto.
Tu sabiduría nos guía, como un faro brillante,
Guiándonos a través de la oscuridad hacia la luz.
Tu misericordia es abundante y siempre nueva,
Perdonando nuestros corazones y haciendo todas las cosas verdaderas.
En Tu presencia encontramos nuestra alegría y paz,
Un santuario donde cesan todos los problemas.
Así que cantemos con voces altas y claras,
Proclamando Tu gloria sin ningún temor.
En unidad y armonía, alzamos nuestra voz,
Una oración colectiva, un ruido alegre.
Alabamos tu nombre, oh Dios altísimo,
Creador de todas las cosas, bajo el cielo.
Tu amor es vasto e ilimitado, se extiende a lo largo y ancho,
En cada corazón reside una luz radiante.
Con gratitud cantamos esta canción,
Glorificándote, donde todos pertenecemos.
Que esta ofrenda de alabanza nos eleve a todos,
Y llena de alegría nuestros corazones, tanto grandes como pequeños.
Amén