El siglo XIX fue un período de gran creatividad en la composición de villancicos, y muchos de los villancicos más queridos y conocidos que cantamos hoy se escribieron durante esta época. Algunos de los villancicos más famosos de este período incluyen "Noche de paz" (1818), "Oh venid, todos los fieles" (1841), "Alegría para el mundo" (1839), "¡Escuchad! Los ángeles heraldos cantan" (1855 ) y "La primera Navidad" (1833).
Antes del siglo XIX, los villancicos solían transmitirse oralmente de generación en generación. Aunque algunos villancicos datan del siglo XIII o antes, muchos no se popularizaron ni se imprimieron ampliamente hasta el siglo XVIII o XIX.
El crecimiento de las publicaciones en el siglo XIX y el auge del ocio de la clase media dieron lugar a un próspero mercado de tarjetas navideñas impresas, libros de música navideña y anuarios que contienen cuentos, poemas y villancicos navideños. Esto provocó un aumento significativo en el número de villancicos que se compusieron y publicaron durante este período.
Un factor notable que contribuyó a la popularidad de los villancicos en el siglo XIX fue el desarrollo del movimiento de la Escuela Dominical. Las escuelas dominicales desempeñaron un papel importante en la enseñanza de la Biblia a los niños, y los villancicos se utilizaban a menudo como una forma de involucrar y educar a los niños. Muchos villancicos familiares se escribieron originalmente para su uso en entornos de escuela dominical.
La publicación de villancicos el día 19 también supuso una transformación en la forma de compartir la música navideña. Anteriormente, las canciones navideñas se transmitían predominantemente de forma oral o se interpretaban según tradiciones regionales específicas. La impresión masiva de música navideña facilitó una difusión más amplia de los villancicos, haciéndolos accesibles a un público más amplio y contribuyendo a su popularidad duradera.
En resumen, la mayoría de los villancicos que cantamos hoy fueron compuestos en el siglo XIX, procediendo la mayoría de la primera mitad del siglo. Este fue un período de notable creatividad en la composición de música navideña, y muchos de los villancicos más queridos que disfrutamos durante la temporada navideña se originan en esta época.