Aquí está la letra completa de la canción:
Verso 1
Fuerte fortaleza es nuestro Dios,
Un baluarte que nunca falla;
Nuestro Ayudante Él, en medio del diluvio
De los males mortales que prevalecen.
Por todavía nuestro antiguo enemigo
busca causarnos aflicción;
Su arte y poder son grandes,
Y, armado de odio cruel,
En la tierra no es su igual.
Estribillo
Y quitarnos todos nuestros bienes,
Que quite la vida a nuestros hijos,
Destruye nuestros hogares y expulsa a nuestras esposas,
Y despojarnos de nuestra salud;
Sin embargo, ¿no puede prevalecer?
Contra nuestras almas, libres
Por Cristo Señor, a quien la fe imputa,
Y el feroz aguijón de la muerte lo refuta.
Aunque este mundo, lleno de demonios,
Debería amenazar con deshacernos,
No temeremos, porque Dios ha querido
Su verdad triunfe a través de nosotros.
Verso 2
¿Confiamos en nuestras propias fuerzas?
Nuestro esfuerzo estaría perdiendo;
¿No estuviéramos de nuestro lado el hombre adecuado?
El Hombre elegido por Dios.
¿Preguntas quién puede ser?
Cristo Jesús, es Él;
Señor Sabaoth, Su Nombre,
De edad en edad lo mismo,
Y Él debe ganar la batalla.
Estribillo
Y quitarnos todos nuestros bienes,
Que quite la vida a nuestros hijos,
Destruye nuestros hogares y expulsa a nuestras esposas,
Y despojarnos de nuestra salud;
Sin embargo, ¿no puede prevalecer?
Contra nuestras almas, libres
Por Cristo Señor, a quien la fe imputa,
Y el feroz aguijón de la muerte lo refuta.
Aunque este mundo, lleno de demonios,
Debería amenazar con deshacernos,
No temeremos, porque Dios ha querido
Su verdad triunfe a través de nosotros.
Verso 3
Y aunque este mundo, lleno de demonios,
Debería amenazar con deshacernos,
No temeremos, porque Dios ha querido
Su verdad triunfe a través de nosotros.
El Príncipe de las Tinieblas sombrío,
No temblamos por él;
Su ira podemos soportar,
¡Por he aquí! su destino es seguro;
Una pequeña palabra lo derribará.
Estribillo
Y quitarnos todos nuestros bienes,
Que quite la vida a nuestros hijos,
Destruye nuestros hogares y expulsa a nuestras esposas,
Y despojarnos de nuestra salud;
Sin embargo, ¿no puede prevalecer?
Contra nuestras almas, libres
Por Cristo Señor, a quien la fe imputa,
Y el feroz aguijón de la muerte lo refuta.
Aunque este mundo, lleno de demonios,
Debería amenazar con deshacernos,
No temeremos, porque Dios ha querido
Su verdad triunfe a través de nosotros.