Screamo se extendió rápidamente a otras partes de Estados Unidos, ganando popularidad en ciudades como Nueva York, Filadelfia y Boston. A mediados de la década de 1990, surgió una segunda ola de bandas de gritos, incluidas Orchid, Saetia y Pg.99. Estas bandas llevaron el género aún más hacia el territorio experimental, y su música se volvió más intrincada y compleja.
A finales de la década de 1990, el Screamo se había convertido en un fenómeno mundial, y bandas de Europa, Japón y Australia también adoptaron el género. En la década de 2000, el grito comenzó a incorporarse a otros géneros musicales, como el metalcore y el post-hardcore. Hoy en día, el Screamo sigue siendo una fuerza vital e influyente en la escena musical underground.