1. Tarareo suave:
- Comienza tarareando suavemente con la boca cerrada. Esto ayuda a relajar las cuerdas vocales.
2. Trinos de labios:
- Con los labios cerrados y los dientes ligeramente separados, forma un sello hermético.
- Sopla aire a través de tus labios, haciendo que vibren y cree un sonido "brrrr".
3. Trinos de la lengua:
- Mantén la boca abierta, saca la lengua y apoya la punta detrás de los dientes frontales inferiores.
- Sopla aire a través de tu lengua para hacerla vibrar y producir un sonido "rrrr".
4. Sirena:
- Comience con un tono bajo, produzca un zumbido y deslice gradualmente su voz hacia arriba hasta un tono más alto, luego baje nuevamente.
5. Escala de 5 notas:
- Utilizar un piano o un afinador como referencia.
- Comience desde el C medio y cante "Do, Re, Mi, Fa, So".
- Cuando llegues a la siguiente octava, canta las mismas notas mientras haces la transición a un tono más alto.
- Repetir este ejercicio descendiendo la escala.
6. Vocales y Consonantes:
- Cantar una serie de vocales ("ah", "ee", "oh", "ooh") y consonantes ("m", "n", "l") en diferentes tonos.
- Alternar entre vocales y consonantes para crear transiciones suaves y aumentar la flexibilidad vocal.
7. Arpegios:
- Tocar un arpegio (secuencia de notas) simple en el piano o en un teclado.
- Haga coincidir las notas con su voz, produciendo tonos claros e individuales.
8. Bostezando:
- Bostezar relaja los músculos alrededor de la laringe. Haz varios bostezos suaves para liberar la tensión.
9. Hidratación:
- Bebe mucha agua para mantener hidratadas tus cuerdas vocales. Evite las bebidas con cafeína y azucaradas antes de cantar.
10. Enfriamiento:
- De manera similar al calentamiento, es importante enfriarse después de cantar para evitar la tensión vocal. Esto puede implicar repetir tarareos suaves, trinos de labios y trinos de lengua.
11. Practica el descanso vocal:
- Escucha a tu cuerpo. Evite hablar en exceso o forzar la voz durante el tiempo previo a su actuación.
12. Orientación profesional:
- Considere trabajar con un entrenador vocal o un terapeuta del habla con conocimientos que pueda proporcionarle ejercicios personalizados según sus necesidades y objetivos vocales.
Recuerda escuchar siempre a tu cuerpo, y si sientes alguna molestia o dolor, detente inmediatamente. Dar prioridad a la salud vocal es esencial para mantener la longevidad vocal y preservar la calidad de la voz.