Con el tiempo, el coro evolucionó y adoptó diferentes formas en diversas tradiciones teatrales. En la Europa medieval, el coro se utilizaba a menudo en obras religiosas y dramas morales, donde servía para enseñar lecciones morales y proporcionar comentarios sobre la acción. En el Renacimiento y el Barroco, el coro se incorporó a las óperas y oratorios, donde desarrolló aún más su papel como elemento musical y dramático.
En el teatro moderno, el coro todavía se utiliza ocasionalmente, aunque es menos común que en el pasado. Sin embargo, el concepto de coro ha sido adaptado y reinterpretado de diversas formas, incluso en el cine, la televisión y otras formas de cultura popular.