Fiabilidad: Los circuitos digitales son generalmente más fiables que los circuitos analógicos. Esto se debe a que las señales digitales están "encendidas" o "apagadas", mientras que las señales analógicas pueden variar en amplitud y fase, lo que las hace más susceptibles al ruido y las interferencias.
Precisión: Los circuitos digitales también son más precisos que los circuitos analógicos. Esto se debe a que las señales digitales se pueden procesar mediante álgebra booleana, que es un sistema matemático muy preciso.
Tamaño: Los circuitos digitales son generalmente más pequeños que los circuitos analógicos. Esto se debe a que los circuitos digitales se pueden fabricar utilizando transistores muy pequeños, mientras que los circuitos analógicos requieren componentes más grandes, como condensadores e inductores.
Consumo de energía: Los circuitos digitales consumen menos energía que los circuitos analógicos. Esto se debe a que los circuitos digitales sólo utilizan una pequeña cantidad de energía eléctrica durante el pulso del reloj.
Integración: Los circuitos digitales se pueden integrar más fácilmente con otros dispositivos o componentes digitales, como microprocesadores y chips de memoria.
Los sistemas digitales tienen mayor inmunidad al ruido en comparación con los electrónicos analógicos. Los circuitos lógicos digitales generalmente funcionan con rangos de voltaje alrededor de tierra (GND) o fuente de alimentación (VDD). Estos claros umbrales de referencia les permiten ignorar eficazmente señales o picos dentro de ciertos intervalos de voltaje o umbrales de ruido, lo que es particularmente útil en entornos industriales y otras áreas propensas a interferencias electromagnéticas.