En AM, la amplitud de la señal portadora varía de acuerdo con la señal de audio. Esto significa que cualquier fluctuación o interferencia en la amplitud de la onda portadora puede provocar distorsión o pérdida de la información de audio. El ruido, como la estática u otras perturbaciones eléctricas, puede afectar fácilmente la amplitud de la portadora, provocando ruido audible en el audio recibido.
Por otro lado, en FM, la frecuencia de la onda portadora varía de acuerdo con la señal de audio. Esto significa que la información está codificada en las variaciones de frecuencia, en lugar de en la amplitud. El ruido y las interferencias tienden a afectar la amplitud de una señal de manera más significativa que la frecuencia. Por lo tanto, la FM es menos susceptible a las distorsiones basadas en la amplitud causadas por el ruido, lo que la hace más resistente al ruido en general.
Además, FM tiene una relación señal-ruido (SNR) más alta en comparación con AM, lo que mejora aún más su capacidad para rechazar ruido y proporcionar una señal de audio más clara.
Por estos motivos, FM es la técnica de modulación preferida para la transmisión de audio de alta calidad, ya que garantiza una mejor recepción y claridad en presencia de ruido.