1. Color: Las limas frescas suelen tener un color verde vibrante. A medida que empiezan a envejecer, empezarán a ponerse amarillos o incluso marrones.
2. Textura: Las limas frescas deben estar firmes al tacto. A medida que envejecen, empezarán a volverse más suaves y pueden desarrollar arrugas o hematomas.
3. Olor: Las limas frescas tienen un olor fuerte y cítrico. A medida que envejecen, su olor comenzará a desvanecerse.
4. Sabor: Las limas frescas tienen un sabor ácido y agrio. A medida que envejecen, su sabor empezará a volverse más suave y acuoso.
Si no está seguro de si una lima está fresca o no, es mejor pecar de cauteloso y desecharla.