Las progresiones de acordes se pueden utilizar para crear una variedad de efectos musicales. Por ejemplo, una progresión simple I-IV-V-I (también conocida como "cadencia perfecta") crea una sensación de resolución, mientras que una progresión más compleja como I-vi-IV-V-I (conocida como "cadencia plagal") puede crear una sensación más inquietante. El color armónico de una progresión de acordes también se puede utilizar para crear diferentes estados de ánimo o atmósferas en la música.
En la música moderna, las progresiones de acordes se utilizan a menudo en la música popular, jazz y clásica. Se pueden encontrar en una amplia variedad de canciones y piezas, desde sencillas canciones populares hasta complejas sinfonías.