- Aumento del estrés: La música alta puede hacer que los perros se sientan estresados y ansiosos. Esto puede ser especialmente cierto para los perros que ya son sensibles al ruido o tienen problemas de ansiedad.
- Ladridos y aullidos: Los perros pueden ladrar y aullar en un intento de ahogar el volumen de la música. Esto puede resultar una molestia tanto para los perros como para sus dueños.
- Paso e inquietud: Los perros pueden caminar de un lado a otro y mostrar otros signos de inquietud cuando están expuestos a música alta. Esto puede deberse al estrés y la ansiedad que le provoca la música, o a que el perro está intentando encontrar una manera de escapar del ruido.
- Comportamiento destructivo: En algunos casos, los perros pueden tener comportamientos destructivos cuando se exponen a música alta. Esto puede deberse a la frustración y el enojo que le provoca la música, o porque el perro está tratando de encontrar una manera de aliviar su estrés.
Es importante mantener el volumen de la música bajo cuando hay perros presentes y evitar exponerlos a música alta durante largos periodos de tiempo. Si le preocupa el comportamiento de su perro cuando está expuesto a música alta, hable con su veterinario.